viernes, 9 de mayo de 2014

Ritmos circadianos y depresión



La depresión mayor es el trastorno mental más frecuente y constituye una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo. La depresión se considera un trastorno complejo resultado de la interacción entre factores genéticos, fisiológicos, psicológicos y ambientales cuyas manifestaciones clínicas incluyen síntomas afectivos, cognitivos, somáticos y conductuales. Algunos síntomas nucleares de la depresión muestran ritmicidad circadiana en su expresión clínica, como la variación diurna del humor depresivo, o están íntimamente vinculados al funcionamiento del sistema circadiano, como las alteraciones del ciclo sueño-vigilia. Asimismo, se han descrito alteraciones de los ritmos circadianos de varios marcadores biológicos en pacientes deprimidos. Por lo tanto, la consideración de los aspectos neurobiológicos del sistema circadiano es fundamental en la aproximación a la fisiopatología y terapéutica de los estados depresivos.

IMPLICACIÓN DE LOS RITMOS CIRCADIANOS EN LA DEPRESIÓN
La variación diurna del humor, las alteraciones del ciclo sueño-vigilia y las recurrencias periódicas son observaciones clínicas que clásicamente han relacionado los estados depresivos con el sistema circadiano. Asimismo, en los sujetos depresivos se han detectado alteraciones en los ritmos circadianos de la temperatura corporal y varios parámetros endocrinometabólicos como secreción de cortisol, hormona tiroestimulante, melatonina y monoaminas, en comparación con individuos sanos.

Componente circadiano de los síntomas nucleares de la depresión
Las alteraciones del sueño son prácticamente una constante en la depresión. Los pacientes depresivos con síntomas melancólicos característicamente presentan despertar precoz y un empeoramiento matutino en el estado de ánimo; ambos síntomas forman parte de los criterios diagnósticos de este subtipo depresivo y es por ello que clásicamente la depresión endógena o melancólica se ha vinculado a anomalías en los ritmos biológicos.

Alteraciones de la temperatura corporal y ritmos circadianos endocrinometabólicos
El patrón circadiano fisiológico de secreción de cortisol en individuos sanos muestra un incremento sostenido durante la noche con un pico máximo o acrofase por la mañana y un descenso a lo largo del día. En contraste, en pacientes depresivos se han observado varios cambios que difieren en función del subtipo diagnóstico. Uno de los hallazgos biológicos clásicos y más consistentes en la depresión con características melancólicas es la incapacidad de suprimir el cortisol plasmático con 1 mg de dexametasona30. En la depresión se han descrito de forma consistente la existencia de una hipersecreción de cortisol, así como alteraciones en el ritmo circadiano de secreción33, con un avance de posición de fase del nadir (punto más bajo) de los ritmos de cortisol y hormona adrenocorticotrópica (ACTH). Las alteraciones en la secreción de cortisol en depresiones severas se han relacionado con la existencia de una disfunción central en forma de hiperactividad del eje hipotálamo-hipófila so-adrenal (HHA).




V. Soria y M. Urretavizcaya (2009). Ritmos circadianos y depresión. Actas españolas psiquiatría, 37 (4), 222-232.

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